Monday, June 26, 2017

Ricardo Chibanga

Copio y pego una entrada de 'Strambotic' que narra las desventuras de nuestro nuevo ídolo Ricardo Chibanga. Les estamos muy agradecidos por este descubrimiento que compartimos con el único lector de este blog (su editor).


Ricardo Chibanga, el primer torero negro de la historia

16 Jun 2017
  
Jaime Noguera



Mujeres, japoneses, estadounidenses, luchadores mexicanos…personas de todo tipo se han sentido tan atraídas por el hoy vilipendiado mundo de la tauromaquia como para ponerse una montera, bajar al ruedo y plantarse frente a un toro de media tonelada de peso. La nota de color la puso sin duda Ricardo Chibanba, un mozambiqueño hijo de pastelero que pasó de repartir publicidad de eventos taurinos en su infancia a convertirse en el primer torero negro de la historia.
A continuación, la increíble historia de un diestro africano que viajó por medio mundo y, de entrenar en descampados, pasó a que un artista como Picasso le regalase un cuadro.

Ricardo Paulo Chibanga nació un 8 de noviembre de 1942 en Lorenço Marques (actual Maputo), ciudad que por aquel entonces era la capital de la colonia portuguesa de Mozambique.  El africano se crió en el seno de una familia humilde. Su padre regentaba una pastelería, y su sacrificada madre cuidaba de nada menos que siete churumbeles.
Ricardo, por aquello de aportar a tan numerosa familia, consiguió un empleo a los nueve años de edad repartiendo publicidad de corridas de toros por los aledaños de la plaza, así como lo que hoy seria un (mal nombrado) relaciones públicas de discoteca, pero atrayendo a turistas africanos que llegaba al a ciudad.


Novillero a destajo


A base de repartir publi de turbio en turbio, y de jugar con sus amigotes a parodiar a toreros famosos Ricardo fue desarollando una gran afición por los toros, llegando a mostrar ciertas aptitudes que no pasaron desapercibidas para un apoderado portugués que decidió apadrinarlo. El problema es que el espectáculo que el portugués tenía en mente para Chibanga, según leemos en El Correo de Andalucía era cómico. Pese a ello, aceptó, como oportunidad para demostrar que podía ser un buen (y serio) torero.
Gracias e esto Ricardo consiguió viajar hasta a Portugal y estudiar “el arte de lidiar toros” en la escuela de Golegá. Allí el joven africano tuvo una carrera estajanovista como novillero, participando entre 1968 y 1969 en más de 70 novilladas.

Maestranza con sabor mozambiqueño


Ricardo se mudó entonces a la ciudad del Guadalquivir , para trabajar para Manuel Carneiro, quien le ayudó a integrarse entre figuras de la época, con quienes entrenó en un descampado hispalense en varias ocasiones.
Chibanga comienzó a aparecer en los carteles con el apodo de “El africano”, ya en 1967, y según los cronistas, duda Chibanga aceptaría el título como si fuese Publio Cornelio Escipión. 15 de Agosto de 1971 tomó la alternativa en la Real Maestranza de Sevilla.
Ricardo,  preparó el mejor su traje, de blanco y oro. Sevilla no era una plaza cualquiera y toda su carrera dependía de que lo que hiciera esa tarde.
“La oportunidad que tenía era única, habían venido muchas personas de Portugal para verme y yo no los podía defraudar, de modo que antes de salir a la plaza le recé a la Virgen de Fátima y a la Macarena para que todo saliera bien. Entonces Bienvenida me dijo: Ricardo, buena suerte, tú puedes ser torero, hay que luchar, hay sufrir, hay que pelear, pero estoy seguro que lo vas a hacer bien. Mucha suerte Ricardo. Me dio un abrazo y yo me emocioné. Y así fue, maté al toro de la primera estocada y corte una oreja, la única que se cortó esa tarde”.


Por toda España
Al día siguiente los periódicos estaban llenos de artículos sobre la sensación mozambiqueña. Tras la (sic) faena, el joven africano comenzó una odisea por los ruedos de toda España, codeándose con la crème de la crème. Según algunos de sus compañeros, era de los pocos toreros que se atrevían a poner banderillas.


 



Picasso y el torero negro
De España y Portugal, “el africano” pasó a torear en México, Colombia, y hasta Macao (sí, en China también había plazas de toros, en la colonia portuguesa). En la plaza de Freijus  (Francia) se encontró con al pintor malagueño Pablo Picasso, gran aficionado a los toros. Según Rafael Inglada, biógrafo oficial del autor del Guernica, le impresionó bastante encontrarse con un torero negro. Tras hacer el paseíllo, el diestro se acercó a Picasso, que  lo saludó desde la barrera. Esa noche el padre de cubismo lo invitó a cenar con él y su mujer Jaqueline en el hotel donde se hospedaba. Esa misma noche, el pintor regaló a Chibanga una de sus obras en agradecimiento por brindarle la muerte del toro.



Apogeo y decadencia
Ricardo volvió a su Mozambique natal, como matador de toros profesional en julio de 1973. Como decía el Dúo Sacapuntas, la plaza estaba “abarrotá”de mozambiqueños y sudafricanos y, como era de esperar, el niño repartidor de publicidad taurina salió a hombros por la puerta grande aquella tarde, siendo aclamado por las calles como si fuese un héroe nacional.
Chibanga recibió varias heridas graves a lo largo de su vida. Sin embargo, la cornada que le retiró de los ruedos , fue una enfermedad de la vista que empezó a desarrollar en 1974. Por eso, Ricardo se retiró, estableciéndose en Golegá (Portugal) donde aprendió todo sobre el toreo. Este año cumplirá 75 años.


BONUS. ¡Adeus, toros en Mozambique!
La Plaza de Toros de Maputo es hoy en día una construcción habitada por sintecho, en clara decadencia, como las corridas de toros.


Con información de: El Correoweb.es, Afribuku y Tauroarte .

Thursday, June 01, 2017