Cien años no son nada dependiendo del lugar del mundo en el que te encuentres. La palabra "antiguo" en Estados Unidos tiene un significado que a cualquier europeo le haría esbozar una sonrisa de sorna.
El concepto de antigüedad en norteamérica sin embargo hace que te puedas transportar con facilidad hasta un siglo y medio atrás, como si estuvieras en una máquina del tiempo en pruebas y en ocasiones llegas a sitios en los que te encuentras la América que nos gusta...
El Club 21 de Uhland, Texas, es el salón de baile que lleva en funcionamiento más tiempo en el estado de la estrella solitaria, en concreto desde 1893, año en que se construyó el bar.
Muchos otros aseguran ser más antiguos pero en algún momento de su existencia dejaron de funcionar como sala de conciertos y baile, de ahí que sus dueños se enorgullezcan de su trayectoria cuando te hablan de él.
Diecinueve años más tarde en la parte de atrás del local se añadió una cancha de baloncesto que también hacía las veces de gimnasio de la escuela del pueblo. Los sábados por la tarde/noche se retiraban las canastas y aquel suelo era la sala de baile y centro de entretenimiento para los lugareños.
En 1932 se construyó una bolera de cuatro filas, pero dejó de usarse y ahora una parte de ella está habilitada para mesas y sillas y la otra es la sala de billar.
Cuando el pueblo se hizo demasiado pequeño para tener escuela, el Club 21 aborbió aquella cancha de baloncesto y continuó funcionando como bar y salón de baile hasta hoy en día.
Es tan antiguo y auténtico que el local aún no tiene aire acondicionado, cosa que no ahuyenta a la gente que llena el salón sábado tras sábado.
El Coupland Dancehall, en Coupland, Texas, fue construido en 1910, y antes de ser salón de baile tuvo otros usos: fue tienda, local para concursos de retórica y la oficina del periódico The Coupland Tavern World Globe News.
Dentro del local hay dos barras que se trajeron de otro salón de baile y que durante más de cien años han visto como se apoyan en ellas penas, alegrías, vasos y codos.
La más larga con espejo biselado data de 1886, una belleza de la que para nuestra desgracia no podemos aportar puebra gráfica aún.
El Sengelmann Hall, en el centro histórico de Schulenburg, Texas, data de 1890 y es además de salón de baile: restaurante, cervecería y panadería.
Después de estar sesenta años cerrado se restauró gracias al millón de dólares de una houstoniana, Dana Harper. Ahora cada viernes y sábado noche las botas de decenas de bailarines enseñan lo que es bueno a ritmo de música en vivo a su suelo de pino de ciento quince años de antigüedad. Además los domingos hay conciertos y sesiones de baile de polka.
La barra es una réplica exacta a la que hubo en el local desde 1894 hasta mediados de los 40...
Del salón de baile de Luckenbach, Texas, se han escrito ríos de tinta, con más de cien años de antigüedad alberga conciertos todas las semanas, pero además de lugar de reunión musical el concepto Luckenbach es tan completo que si quieres incluso te puedes casar en él.
Abierto en 1849 ó 1886, dependiendo de las fuentes, cada día de concierto y baile el local se llena de curiosos, moteros, granjeros, urbanitas con ganas de vida campera y gente deseosa de estar entre canciones de dolor de Hank Williams, temas de Newberry sobre trenes y ojos azules llorando mientras llueve... Porque Luchenback es más que un salón de baile.
Incluso si nunca has oído hablar de él en cuanto llegas te atrapa y nunca lo olvidas, y es que "todo el mundo es alguien en Luckenbach" porque este lugar por algún motivo desconocido te hace volver a lo más básico del amor.
Sus propietarios defienden algo insólito: que es el más antiguo en funcionamiento... Este salón de baile en Gruene tiene la fachada más usada en portadas de discos y artículos referentes a la música country tejana.
Lo encuentras en la conjunción de las calles Hunter Road y Gruene Road, es un lugar muy ameno lleno de gente que te habla con acento sureño.
...es un algo tejano, no lo entenderíais.
Mr. Blue
3 comments:
qué viaje tan bueno y original por los bailes de salón :-)
Elvira
A mi que siempre me gustó la música country, tal vez por esas películas del oeste que vi de pequeño, me parece fantástico poder disfrutar y admirar estos salones de baile, que personalmente me transportan a los años de la conquista del lejano oeste.
Me encanta esta serie.
Y esas fotos no hacen otra cosa que ayudar a volar la imaginación.
Tal vez alguna vez...
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