Thursday, October 07, 2010

George Jones, the race is on...

George Jones actuó el doce de diciembre de dos mil nueve en el Houston Arena, un local muy setentero con escenario redondo y giratorio y con un sonido exquisito. Quince minutos más tarde de la hora oficial de comienzo del concierto el "Possum" apareció por el pasillo de entrada escoltado por cuatro policías y dos guardaespaldas y recibió una ovación impresionante.
El show de una hora y veinte minutos supo a gloria a pesar de su precario estado; sus años de botella le han dejado una vejez un tanto entrañable y un aspecto de abuelo simpático al que hay que ayudar a incorporarse. Su voz no dio la talla en ocasiones y se disculpó cuando las cosas no fueron bien, pero daba igual, el público estaba entregado desde aquel primer aplauso antes de que subiera al escenario. Se acompañó de una banda excelente, The Jones Boys, y una cantante que le ayudó en los duetos y que tiene un magnífico savoir faire, Brittany Allyn, y todos se encargaron muy bien de cubrir los huecos que dejaba la, en ocasiones, gangosa voz de Jones.
Durante el concierto fue comentando anécdotas y anunciando en varias ocasiones las ofertas de la mesa de venta de discos y mercaderías varias, pero también dejó un recadito a la ponzoña "country" que llega de Nashville, afirmando quejumbroso que ya no se hacen canciones de bebida y lamentándose de que hoy en día casi todas los temas del género tratan de asuntos ñoños e insulsos.
La mayoría del público que llenó dos tercios del recinto eran blancos, estaban algo bebidos y eran muy ruidosos, perfil que encaja a la perfección en lo redneck. Seguidores de siempre, al fin y al cabo, acompañados de sus hijos y en algunos casos de sus nietos.
Durante varias canciones en las pantallas se iban proyectando imágenes de un jovencísimo Jones con el pelo cortado a cepillo, también de la famosa detención policial en la que se enfada con uno de los agentes gritándole a la cara con aliento a whisky que él no estaba bebido, además de varias instantáneas de Tammy Wynette... y en el transcurso del tema "Who's gonna fill their shoes?" hubo una sucesión de fotos de artistas de country que iban siendo aplaudidos apasionadamente hasta que llegó el momento de la de Charley Pride y, oh, oh..., los aplausos dejaron de ser tan sonoros. En el escenario había dos monitores que iban pasando las letras de las canciones por si Jones se olvidaba de algún verso; no fue así, o si le ocurrió fue tan rápido que no nos dimos cuenta de que miraba.
En la elección de canciones no hubo muchas sorpresas, un repaso a su repertorio de siempre con dos momentos álgidos en los que los asistentes se levantaron a aplaudir enardecidos: el Houston Arena se vino abajo cuando empezaron a sonar los acordes del tema "He Stopped Loving Her Today"; el otro también llegó con una balada del más puro “sentimiento Jones”: "Up The Window From Above". Algunos llaman a la primera la mejor canción country alguna vez escrita, quizá no sea para tanto pero lo que sí es cierto es que llega al alma, y así lo expresamos con la rugiente ovación que se llevó al acabar de cantarla.

Set List
1. Why, baby why
2. Choices
3. Bartender's blues
4. I always get lucky with you
5. Black Mountain rag (instrumental)
6. Same old me
7. I really don't want to know
8. You are still on my mind
9. The race is on
10. A picture of me without you
11. The One I Loved Back Then (Corvette song)
12. Who's gonna fill their shoes?
13. Me and Jesus
14. Take Me (dúo)
15. Fire on the mountain (instrumental)
16. From the window up above
17. It's been so long, darling/She thinks I still care/White lightning (Medley)
18. Golden ring
19. He stopped loving her today
20. Rocking chair

George Jones tiene setenta y ocho años, es tejano e intentar hacer su resumen biográfico es una tarea imposible. Nació en Saratoga, un doce de septiembre de mil novecientos treinta y uno, y se crió en Vidor. Dos de las cosas que le marcaron fueron su familia y la manera en que se ganó la vida de crío. Su padre era alcohólico y su madre era la mujer más paciente del mundo; de su padre heredó el hábito y lo de su madre fue lo que siempre buscó en sus cuatro mujeres.
Los primeros contactos con la música le llegaron a través de la iglesia y de la colección de discos de pizarra de sus padres, y todo arrancó cuando de muy niño le reglaron una guitarra española. A los dieciséis años se marchó de casa y empezó a ganarse la vida cantando en la calle, su calidad era tal que le hizo ganarse un puesto en una radio local en Jasper y después en otra en Beaumont en la que conoció en persona a uno de sus ídolos, el gran Hank Williams, que visitaba la emisora haciendo promoción.
Tras dos años de Marine, en los que no paró de dar conciertos en los bares cercanos a la base de California en la que estaba destinado, abandonó el ejército y grabó su primer disco para Starday Records: "No Money in This Deal". Tras aquel tema llegaría su primer éxito: “Why Baby Why" en 1955; tiempo después Mercury empezó a distribuir sus grabaciones en las que dio rienda suelta a su vena más rockabilly con el nombre artístico de "Thumper Jones", una época de la que curiosamente reniega y en la que llegó a versionar el éxito de Elvis “Heartbreak Hotel”.
Estando en Mercury llegó su primer número uno con "White Lightning" en 1959 y dos años después llegarían otros dos, esta vez en forma de balada: "Tender Years" y "She Thinks I Still Care". Su faceta de gran baladista se empezó a fraguar en esta época pero llegaría a su cima uno años después.
A mediados de los sesenta volvió a cambiar de discográfica, fichó por Musicor y con ellos tendría otro número uno con el tema "Walk Through This World With Me" en 1967.
En el 69 su vida cambió para siempre, Jones, ya con dos divorcios a sus espaldas, se casó con Tammy Wynette y se convirtieron en el rey y la reina del country, eran la pareja de la que todo el mundo hablaba y con la que todo el mundo se quería fotografiar. Aquella publicidad tenía que aprovecharse para hacer discos juntos, pero estaban en compañías diferentes que se cerraron en banda y no dieron permiso para que pudieran grabar. Eso hizo que dos años después, tras tensas negociaciones, George acabara renunciando a los derechos de lo grabado con Starday y Musicor para poder firmar con la compañía en la que estaba ella, Epic Records. Además, con aquel cambio, inició una andadura de veinte años con alguien que iba a ser fundamental en su carrera: el productor Billy Sherrill.
Los dúos que grabó con Tammy Wynette en su época de Epic fueron tan notables como sus discusiones, y con varios de ellos consiguió llegar a lo más alto de las listas: en 1973 con el tema "We're Gonna Hold On", en 1976 con "Golden Ring" y con "Near You" al año siguiente. Y con todo aquello también llegaron millones de dólares y de excesos.
Su alcoholismo nunca fue un secreto para nadie, tras décadas de libación desenfrenada, en 1979 llegó el momento más delicado de su carrera. Durante aquel año pasó más tiempo bebido que sobrio y no se presentó a más de cincuenta conciertos contratados. Ese hecho le llevo a que cambiaran su apodo: de “Possum” pasó a ser conocido por "No Show Jones."
En algún momento de los setenta conoció también la quemazón de la cocaína, la golosina nasal le fue suministrada por primera vez por un promotor que se la dio a probar antes de un concierto que Jones estaba demasiado “cansado” para llevar a cabo. El promotor consiguió su objetivo y el cantante descubrió un mundo nuevo. Aquel fue un malísimo negocio, varios años de abuso del narcótico para contrarrestar los efectos del licor le fueron haciendo cada vez más irascible y acabó siendo ingresado en un hospital psiquiátrico de Alabama en un estado mental deplorable.
Hay una anécdota que ha alcanzado la categoría de leyenda y que hace entender muy bien su necesidad alcohólica. Shirley, su segunda mujer, harta de ver como su marido se desayunaba con un destornillador, por aquello de lo bueno de la vitamina C, y sobrellevaba el resto del día a base de Jack Daniels, salió un día de casa en su coche llevándose las llaves del de Jones mientras este dormía. Cuando despertó y se dio cuenta de que no tenía que beber se puso a buscar las llaves por todos los lados. No dio con ellas pero aquello no le impidió conseguir su objetivo: abrió el garaje, arrancó un viejo cortacésped de la marca John Deere, se sentó, agarró el volante y condujo doce kilómetros desde las afueras de Beaumont hasta encontrar una licorería en el pueblo en la que poder comprar agua de fuego.
Lo que no mucha gente conoce es que aquella no fue la única vez, su también ex-mujer Tammy Wynette contó en su biografía una historia parecida sobre la habilidad de Jones al volante de vehículos de jardinería:
“Alrededor de la una de la madrugada me desperté y vi que se había ido. Cogí el coche y me acerqué al bar más próximo a unos quince kilómetros. Aparqué y vi el cortacésped al lado de la entrada. Se había metido con él en la autopista. Entré al bar, alzó los ojos, me miró y dijo: “chicos, aquí está... mi mujercita, os dije que vendría...”
En los ochenta hizo lo que pudo por rehabilitarse con muchos altibajos en el proceso, pero nunca desapareció de la escena musical y reventó las listas de éxitos de 1980 con una de las canciones country más recordadas de todos los tiempos: "He Stopped Loving Her Today", con la que se llevó varios premios de la Country Music Association e incluso un Grammy al mejor intérprete country del año. Los números uno se sucedieron en los siguientes tres años: "(I Was Country) When Country Wasn't Cool" a dúo con Barbara Mandrell en 1981, otro ese mismo año con “Still Doin' Time", otro más con un tema interpretado con Merle Haggard en el 82, "Yesterday's Wine", y en el 83 con "I Always Get Lucky With You". Durante el resto de los ochenta tuvo singles de gran éxito y siempre los colocó en el top ten de las listas del género.
En 1991 llegó el momento soñado de Tony Brown, el presidente de MCA Records Nashville, que vio con emoción como George Jones firmaba contrato con su compañía. Brown comentó que para él aquello era como si Elvis hubiese firmado con MCA. Al año siguiente Jones entró a formar parte del Country Music Hall of Fame y en su discurso de presentación tuvo un detalle memorable al pedir a los pinchadiscos de las emisoras especializadas que reconocieran el trabajo de las estrellas del género ya establecidas y no se fijasen sólo en las nuevas figuras, que estaban ahí gracias a los pioneros.
Su estancia en MCA nos regaló canciones geniales como "I Don't Need Your Rockin' Chair", una reivindicación de su persona, una aclaración de que seguía vivo dedicada a todos aquellos que lo daban por acabado. Entre otros llegaron un disco de duetos espectacular, “The Bradley Barn Sessions”, y otro de reencuentro con su ex-mujer, Tammy Wynette, titulado “One”.
Después de ese renacimiento llegó otro problema, esta vez aún más serio, el seis de marzo de 1999 tuvo un accidente brutal con su coche cerca de Nashville. Los bomberos tardaron dos horas en poder sacarlo del amasijo metálico en el que se convirtió su todoterreno y sus lesiones fueron tan graves que se pensó que llegaba su hora. Al parecer “tuvo un despiste” mientras hablaba por el móvil, primero con alguien de la compañía discográfica Asylum, con quien acababa de fichar, y después con su hijastra que es también esposa de su mnager. George no llevaba el cinturón de seguridad puesto y por allí rodando había una botella de vodka medio llena...
Cuando salió del hospital tras una milagrosa recuperación tuvo un juicio en el que se declaró culpable de conducir en estado de embriaguez y lo condenaron a lo mejor que le podía haber pasado: a llevar un tratamiento de desintoxicación severo, en el que alcanzó un nivel de éxito muy razonable.
George Jones debe ser inmortal porque tras aquello regresó de nuevo a las listas con una preciosa balada, "Choices," con la que fue candidato a single del año por la CMA. Los productores de la gala de premios propusieron que cantase en su actuación sólo un fragmento del tema aludiendo problemas de minutaje televisivo y Jones la volvió a liar, muy enfadado con la recomendación no apareció. Fue Alan Jackson, sin embargo, el que se llevó la ovación de la noche cuando tras acabar su actuación se arrancó, fuera del guión pactado, a cantar el tema como homenaje al Possum. Ironías de la vida, Jones no participó en el programa del universo televisivo de la country music pero ganó otro Grammy aquel año con la canción.
A pesar de sus 70 años tan vividos, la década de los dos mil ha mostrado a un Jones muy activo tanto en giras y discos como en negocios privados y otros proyectos. Tras la edición de “Cold Hard Truth”, en el verano del 99 llegó el cierre de Asylum Records. George, junto a otros artistas del sello que vieron como su discográfica se había esfumado, crearon una compañía independiente llamada Bandit Records con la que ha editado sus últimos trabajos hasta la fecha: “The Rock: Stone Cold Country” de 2001; una recopilación de 2003, “The Gospel Collection”, con versiones de música gospel producida, tras muchos años retirado, por Billy Sherrill; “Hits I Missed... And One I Didn't” de 2005, en el que grabó canciones que escribió para otros artistas y que incluye una regrabación de “He stoppped loving her today” y finalmente un disco de 2008 “Burning Your Playhouse Down”, una especie de continuación del álbum “The Bradley Barn Sessions” con duetos inéditos. Y es que en su carrera igual de importantes que sus discos han sido las colaboraciones con un gran número de artistas, entre los que encontramos a Margie Singleton, Gene Pitney, Brenda Carter, Melba Montgomery, Tammy Wynette, James Taylor, Willie Nelson, Johnny Paycheck, Merle Haggard, Ray Charles, Brenda Lee, Lacy J. Dalton, Shelby Lynne, Randy Travis, Sammy Kershaw, Alan Jackson, Shooter Jennings, Johnny Cash o Bobby Bare, por citar sólo a unos cuantos.
En 2009 la cadena de restaurantes “Cracker Barrel” editó con permiso de Jones una recopilación de sus éxitos: “A Collection of My Best Recollection” que contiene dos temas inéditos “I Don’t Want To Know” y “I’m A Long Gone Daddy”.
El cantante tiene un programa de estudios llamado “The George Jones University" que consiste en dos cursos anuales que versan sobre el negocio musical; además es dueño de su propia marca de salchichas, elaboradas con receta familiar, y que llevan su nombre porque “No pondría mi nombre a algo que no fuese realmente lo mejor, no quiero decepcionar a mis fans”. Los envoltorios y cajas de sus productos cárnicos llevan impresas anécdotas de la vida de Jones que tienen que ver de una manera u otra con salchichas…
“El desayuno siempre fue mi comida favorita del día, mi mujer Nancy pone la mesa y yo me encargo de freír la salchicha y asegurarme de que queda en su punto.”
Hace unos años abrió un restaurante en Enterprise, Alabama, el Possum Holler, un local lleno de memorabilia de sus años de artista de la canción, y en el pasado 2009 cedió su nombre para abrir también en la misma zona un hotel: el George Jones Possum Holler Bed & Breakfast. La sección de merchandising de su página web ofrece productos sorprendentes como paquetes de café y salsa barbacoa de su propia marca, casetes, calendarios del 2007... George Jones es sinónimo de negocio.
Para más información existe una muy recomendable biografía de George Jones titulada “I Lived to Tell It All” (Viví para contarlo todo), publicada en 1996 y que se encuentra en internet a precio de risa.
The race is on…
Carlos Rodríguez Duque

Friday, October 01, 2010

Canción triste del mes: Periódico de ayer (y XIII)



Periódico de ayer
(Tite Curet)

Tu amor es un periódico de ayer
que nadie más procura ya leer,
sensacional cuando salió en la madrugada
a mediodía ya noticia confirmada,
y en la tarde materia olvidada...
Tu amor es un periódico de ayer.
Fue un titular que alcanzó página entera
por eso ya te conocen donde quiera,
tu nombre ha sido un recorte que guardé,
y en el álbum del olvido lo pegué.
Tu amor es un periódico de ayer
que nadie más procura ya leer…
el comentario que nació en la madrugada
y fuimos ambos la noticia propagada
y en la tarde materia olvidada…
Tu amor es un periódico de ayer...
Ya era hora, lola…
Y ¿Para qué leer un periódico de ayer?
Oye, noticia que todos saben,
yo ya no quiero leer.
Y ¿para qué leer un periódico de ayer?
Tú no serviste pa nada, mami,
y al zafacón yo te eché
echa, camina, apártate de mi vera, apártate de mi lado...
Tú eres el diario, la prensa, radio bemba, radio bemba...
¡Sacúdelo, refea!

Y ¿Para qué leer un periódico de ayer?
Para que voy a leer la historia de un amor que no puedo ni creer
Te quise, te tuve, te mantuve….
Pero ya no te quiero
A tu casa yo no voy, polito,
dame y tumba la chaveta, la chaveta...
En el álbum de mi vida en una página escondida allí te encontré.

Y ¿Para qué leer un periódico de ayer?
Anda vete de mi vera, cosa buena, ya no te quiero ni ver….
Y ¿Para qué leer un periódico de ayer?
¿Qué te pasa? ¿Estas llorando?
Tienes alma de papel.
Y como el papel aguanta todo
así mismo te traté
Analízate tu historia y así podrás comprender

Seis razones irrefutables que hacen de este tema la "Canción triste del mes":

1. La tristeza muta en desdén y menosprecio cuando una herida cicatriza.

2. Pegar un nombre en el álbum del olvido y extraviarlo en algún banco de un parque es un remedio infalible para recordar tu lejana tristeza con una cierta ternura..

3. Los instrumentos clásicos de cuerda dan la ambientación necesaria para una canción triste.

4. El alma se puede intentar reflejar en un papel que lo aguanta todo hasta que se va al zafacón por ser un escrito incomprensible.

5. Las idioteces heróicas que uno hace por amor acaban resumiéndose con la frase: ya no te quiero ni ver…. .

6. Nada como sufrir tomando el sol en la piscina de tu casa para analizar tu historia y así poder comprender que si vives tu vida como una tragedia griega se acaba convirtiendo en una tragedia griega.

Adiós tristeza.
Mr. Blue