Wednesday, December 15, 2010

Mujeres (II): Carla

Ocurrió en un curso de formación. Unas botas de travestí con tacones altos y apertura que enseñaba unos perfectos dedos de pedicura que suplicaban mi atención. Recorrí lentamente con la mirada aquellas piernas de kilómetro hasta que llegué a un cuerpo grande pero bien formado y a una cara tan ancha como peculiar. El pelo negro lacio, y tan bonito como falso, hacía de complemento perfecto de aquella belleza salvaje.
Era una persona negra, masculina afeminada o femenina emasculada, ¿Quién sabe? Tampoco importa tanto, pero por el tipo de reunión es más que seguro que era fémina, además se llamaba Carla y tenía una pronunciación muy hermosa. Una mujer alta con unas caderas marcadas que se acentuaban con un tahalí marrón oscuro ceñido con elegancia a la cintura. Sus movimientos eran de reina, tenía un control perfecto de su equilibrio y movía su fibroso culo con gallardía al caminar, como si desfilara por una pasarela.
Su piel era de color ocre oscuro, sus ojos achinados y su boca grande y perlada.
Otras piernas largas y preciosas, las de Angela, que se cruzaban sin cesar distraían mi atención, pero llegué a cansarme de ver su ropa interior tan neutra y, aunque mis ojos no tanto, mi mente volvió a Carla. Y no sé si por la curiosidad de saber qué era o porque hay personas cuya química hace unión con la de uno, no pude dejar de imaginar como sería en su vida privada si a un curso asistía arrollando con aquella presencia.
No era ni demasiado femenina ni demasiado masculina, ni yo soy el tipo más varonil del mundo, pero sé lo que soy y me gusta ser un hombre. Ojalá hubiera podido beber champagne y bailar con Carla toda la noche.
Mr. Blue