Thursday, January 20, 2011

Mapamundi de Texas (II)

Sigue el viaje por la tierra plana:

Rusia,

Italia


...y España

Todo ello sin salir del planeta Texas.

Sí, ya lo sé, pero... es un algo tejano, no lo entenderíais.

Mr. Blue

Saturday, January 15, 2011

Mujeres (III): Ágata la soñadora



Ágata soñaba de día y vivía su sueño de noche. No conjuraba pero era capaz de elevarse en un abracadabra y volar por encima del huracán de aires negativos que arrasaba su vida, Pero sólo por la noche, cuando era receptiva para sus avatares que se comunicaban con ella por medio de libros, sueños y lenguajes incomprensibles para políglotas, pero sin tener un grimorio que guiase su existencia en el mundo real invisible.
Ágata tenía una legión de infantería felina que campaba a sus anchas en su casa, haciendo y deshaciendo a su antojo. Eran reencarnaciones de gente que en vidas pasadas habían tenido una importancia vital en su existir y por los que sentía un inmenso cariño y respeto.
Sus días eran largos y oscuros, controlados por su sorprendente biopausia y por la realidad de la que era esclava y que la abofeteaba cada mañana: aquellos tres dragones que con sus fuegos hacían encender al Sol.
Un casamiento equivocado, un primer nacimiento que había sido un castigo y un segundo de una Aries que descabalaba, a medida que crecía, minuto a minuto, su tiempo emocional. Aquellos fuegos eran el equivalente en este siglo a la mañana en la que la quemaron en la plaza del pueblo en una pira de leña aún verde hacía ya varios siglos.
A Ágata le llamaban la loca y ella se reía, pero lloraba amargamente por los errores cometidos a pesar de haber sido avisada. Los convencionalismos sociales parecían haber sido más fuertes que cualquier otra fuerza y se dejó atar a aquel poste pensando que sería tan vigorosa que podría romper la cuerda y asombrar al mundo.

Aún así, llegó el día en el que Ágata encontró al caballero con el que estuvo casada hacía cinco siglos; valiente, respetuoso, educado y con una inusual combinación de inteligencia y fuerza. Pero él no sabía lo que ella y nunca se la tomó en serio. Tanto fue así, que cuando se dio cuenta de su error le pidió perdón y ella respondió con un sonorosísimo silencio que un año más tarde se convirtió también en una petición de indulgencia.
Ella era pura bondad, no quería saber nada de malas vibraciones ni de magias dañinas, sólo de dulzura. Ágata era una noble atrapada en un mundo de pueblos llanos.
Se disfrazaba de felicidad por la noche cuando todo su mundo telúrico desaparecía, y se rociaba con aromas de princesa, de hada madrina, de maestra, de madre... Y en ocasiones aún conseguías oler aquellos perfumes durante su infernal día.
Mr. Blue