Tuesday, December 15, 2015

Antonio "el ruso"

Hace unos meses, y por simple casualidad, dimos en la red de redes con uno de esos músicos españoles del que se sabe poco pero que tiene mucho que contar, Antonio Pérez Gómez, también conocido por Antonio "el ruso". 
Sólo hizo falta un email para que nos contase aventuras y desventuras de la música española de los 70 y de los 80. Antonio conoció a Burning en aquellos tiempos del famoso piso de Torrejón, pero además ha compartido con nosotros otras anécdotas e historias muy interesantes de su trayectoria. Le preguntamos por su carrera, por su contacto con la banda y acabó compartiendo vivencias con nosotros.
¡Muchas gracias Antonio!

SOBRE EL MAX B. SHOW ©


Yo tengo el primer contacto con el Max B Show hacia 1972-73. Después de volver de una gira/crucero por Centro América, donde tocábamos en la discoteca de un transatlántico, formamos un nuevo grupo que lo llamamos “Madera” con el que conseguimos un contrato para actuar a diario en la discoteca DEVA que estaba en los bajos de Hotel Nacional, en la Glorieta de Atocha. Hacíamos cosas de Rare Earth, Temptations, Hendrix y cosas así, con bastante aceptación por parte del público. Se debieron correr las voces por Madrid por que al cabo de los tres o cuatro meses apareció por allí un negro de dos metros, acompañado de tres nenas de las que quitan el hipo para decirnos que si nos interesaba trabajar con él (y con las nenas) haciendo gira por España y, posiblemente, por parte de Europa… No recuerdo bien si fue por la pasta, por la gira, o por las “nenas” pero llegamos a un acuerdo sin muchas dificultades… El grupo lo formábamos Steve Banda, Vicente Andújar, Arturo Terriza (que más tarde tocaría la batería con Burning, Mecano, Greta, etc.) Gerson Gómez (actual propietario de la empresa de sonorización Sorter) y yo mismo. Teníamos todos por entonces unos veinte años.
El caso es que el tal Max (Max Henri Boulois) había sido recordman francés de salto de altura, olímpico (con De La Quadra Salcedo) en los JJ.OO. de Melbourne (1956) conductor de coches de fórmula, periodista de deportes y corresponsal en Vietnan para la RTF, mercenario en Argelia con la Légion Étrangère, etc, etc. Es decir, un personaje que, no se sabe muy bien el porqué, cayó en desgracia en Mayo del 68 francés y, como alternativa, se le ocurrió montar una banda al estilo de CLOCLO (Jean Claude François, autor de “My Way”) con chicas en plan espectacular y esas cosas, y, con las mismas, venirse a España, así que cuando se quedó sin grupo por los avatares de la vida, buscó otros músicos y nos encontró a nosotros. Trabajábamos muchísimo, en los cinco o seis años que yo estuve con la banda hacíamos entre ciento cincuenta y doscientas actuaciones al año, bien es verdad que muchas de ellas eran seguidas, es decir, en los meses de julio y agosto solíamos hacer quince o veinte días en el Penelope de Benidorm y otros tantos en el Barbarela de Palma, alternando con el Sargent Pepper de la Plaza de Gomila (inaugurado por Hendrix), el Cap 3000, JJ de Madrid, el Q de San Sebastián o el Tívoli de Benalmádena. La cosa era bastante divertida ya que seguíamos tocando las mismas cosas de Sly & The Family Stone o de Hendrix mientras el personal se divertía mirando a las nenas. Incluso cuando acababa el verano y empezábamos con las discotecas “del interior” donde lo más moderno que habían escuchado era a Los Bravos o los Brincos, nosotros seguíamos con “lo nuestro”…Ni te cuento la cara del personal cuando aparecían las chicas en plan afro-calentón. En algunos casos, si la cosa era de discoteca de noche y cuando alguna de las go-gos se le ocurría quitarse el sujetador (que lo hacían de vez en cuando) el personal se ponía frenético del puro calentón y ya, aprovechando el tirón, contratábamos para una o dos semanas más… Uno aprende mucho en este tipo de trabajos. En algunas ocasiones, pasábamos ciertos apuros, no olvidemos que aún se vivía en aquella España de la santa decencia… pero también es cierto que en el “tardo-franquismo“ de los 60 y 70, mientras no se estuviera metido en asuntos de política, a los “artistas” se nos permitían ciertos “excesos”… Quizás tuviera que ver que algunas nietas del dictador le habían salido algo casquivanas y que estos “asuntos privados” empezaban a ser de dominio público… Otro de los que pasó por el Max B Show fue José Carlos Molina, el de los Ñu, era muy joven y se dedicaba a cargar y descargar camiones en el Mercado de Legazpi a la vez que daba vueltas por los locales de “La Isla de Gabi” buscando algún grupo con el que “acoplarse”. Había empezado a tocar la percusión y como coincidió con la “dimisión” de Gabi, el percusionista habitual, entró a formar parte del grupo. No es que fuera un percusionista al uso pero, desde luego, era muy espectacular con aquella melena rizada hasta la cintura que hacía girar y voltear de adelante a atrás… Estuvo con nosotros una buena temporada, creo recordar que se estrenó en la discoteca Drac Roig de Sardañola, cerca de Barcelona. El escenario era redondo y ascendía desde el sótano… Parece que José Carlos todavía se acuerda de aquello ya que lo hace incluir en algunos artículos sobre la historia de sus bandas. Este, concretamente, es un extracto de una especie de biografía del Molina que anda dando vueltas por la red. No se le ve la cara pero certifico ante quien sea menester, que el que está tocando los bongós es José Carlos alias “el ñu”. Palabra de guitarrista.
He aquí al jovenzuelo Molina durante una actuación con el Max B Show

Molina comenzó a desplazar su interés desde la armónica (que era lo que tocaba en POLVO) a la flauta, aparte de aumentar notablemente su nivel técnico en la percusión. Esto le ayudó a conseguir formar parte de su primera banda realmente profesional, el grupo MAX B. SHOW.
Todavía y a pesar de su avanzada edad, mantengo contactos esporádicos con Max que ahora es un escritor de cierto renombre en Francia, mantiene un cargo en la UNESCO y ha sido asesor de Sarkozy. En fin, insisto, todo un personaje.


EL CONCIERTO DE JOHN MAYALL+BURNING
El ambiente alrededor del Pabellón de Deportes del Real Madrid en la Ciudad Deportiva era de lo más calentito, los “grises” (policía del régimen) controlaban absolutamente todo el contorno cacheando al personal más sospechoso, no sé qué se pensarían que iba a pasar en el concierto pero la realidad es que en 1974 la salud del dictador dejaba mucho que desear y empezaba a cundir el miedo a lo desconocido entre sus correligionarios y trataban de controlar a una juventud a todas luces estaba fuera de su control. Yo había conseguido volver a Madrid unos días entre actuación y actuación para invitar a la familia por mi cumpleaños y aproveché para ver a los colegas en los locales de ensayo de “La Isla de Gabi” en Arturo Soria, por allí andaba Joe Morales que me dijo lo de Mayall y Burning para el jueves 20 de junio. Recuerdo que me venía bien porque, aunque el sábado tocábamos en el Parsifal de Zaragoza, me daba tiempo de sobra.
La cosa la organizaba Gay Mercader, no se había hecho mucha promoción y sin embargo el pabellón de la Ciudad Deportiva estaba lleno. Por entonces les llevaba los asuntos comerciales el famoso “DESBANCADOR DE CASINOS” García Pelayo que aún no tenía prohibida la entrada al Casino de Torrelodones... Joe Morales había venido con Nino (Benardino el Divino) que aún no tocaba con nosotros en el Max B. Show, y recuerdo bien como estuvimos comentando el enorme progreso de los Burning, sobre todo Nino que era el que más los conocía, se les veía ya como un grupo maduro y hecho. Acababan de sacar, o al menos grabar, una canción en inglés, me parece recordar que se llamaba I’m Burning o algo así y aunque todavía estaban lejos de las canciones que les darían el gran éxito, ya se les vio potentes y seguros en el escenario. Tuvieron que hacer un par de bises o tres, no recuerdo bien, y lo cierto es que se ganaron al público, sobre todo Toño y Pepe que, en aquel entonces eran el alma que tiraba del grupo. Recuerdo que Risi, tenía mucha personalidad tocando, mucho swing, en muchos aspectos recordaba al Keith Richards de los primeros Rollings, aunque Pepe siempre decía que ellos eran mejores… Fue por aquella época cuando Natalia (La madre de Pepe Risi) le compró su famosa Gibson Les Paul Custom negra.
Respecto a lo de Mayall supongo que habrá en la red suficiente información al respecto, traía a Red Holloway al saxo y a Randy Resnick en la guitarra, no recuerdo bien si todavía estaba con él Roko Richardson a la Batería… Mayall siempre bien, en esta ocasión estuvo más “Jazzero” que en otras ocasiones, cosas de los genios…
El concierto terminó como solían terminar todos los conciertos de entonces: con la policía “repartiendo estopa” a las primeras de cambio… Los que ya conocíamos bien “el tema” hicimos un “mutis discreto por el foro” para evitar males mayores…

EL PISO DE TORREJÓN
Félix , un transportista que trabajaba para la Dúrcal, Elsa Baeza, etc., corrió la voz entre los colegas de que en Torrejón, concretamente en el poblado Saucar, estaban alquilando a precio protegido los antiguos pisos y chalets que habían estado utilizando los militares norteamericanos de la Base Aérea. Eran unas casas “a la americana” con salones grandes tipo campo de fútbol , chimenea incluida, cuatro habitaciones… en fin “un chollo” a poco más de 10.000 pesetas al mes (60 Euros).
Los primeros en aparecer por el bloque de cuatro pisos, fueron los hermanos Venditti con su orquesta de Salsa “Un Poquito de Todo”. Algunos de ellos (Nico, Gigio y Marti Cuevas) colaboraban con nuestro grupo Vade Retro y formaron parte la grabación de primer LP, y de las actuaciones en vivo a tal nivel que aparecían en los posters y demás, se instalaron en el 3º. Luego vino Nino con su familia y se instaló en el 2º, un poco más tarde alquilaron el bajo Los Burning y, ya por fin, completando el “elenco”, arribó Bibiana Fernández (Bibi Ándersen) con su novio actor tipo “guaperas” que se lo montaron en el 4º. A mí me ofrecieron este mismo piso pero yo acababa de empezar una gira con Juan Pardo y no me pareció prudente mezclar churras con merinas… Hay que tener en cuenta que el alcohol (J.P.) es una “costumbre” y un negocio muy español y “lo otro” lo de los canutos y demás… estaba mal visto…En fin… el trabajo es el trabajo.
El caso es que, entre que Nino ya se había “enganchado”, que Pepe, Toño y todos los de los 80’ querían hacer parecer “maripepis” a la generación de los 70’ en cuestión de drogas y “pasadas”, que el “colectivo gay” estaba que lo reventaba y que la salsa empezaba a causar “furor uterino”… aquel bloque de la Colonia Saucar parecía “lo más”… Se veía mucho al Ordovás “empapándose de realidad”, aunque seguía viviendo en su casa de La Elipa, la que estaba encima del garito El Manivela, donde se hacían actuaciones sin permiso de la “autoridad competente” (La prensa ya se sabe, siempre guardando las distancias… prudentemente) , a Caco Senante que acababa de sacar aquello de “Una Gaviota en Madrid” y que quería “mercar” a los “salseros auténticos” de la banda Un Poquito de Todo para la gira correspondiente, también iba mucho por la “Zona 0” Iván, entonces batería de Los Bravos y después percusionista durante años con Alejandro Sanz, Alfonso “El gitano blusero” con su inseparable Salvador Dominguez (guitarrista de Canarios y escritor con éxito de métodos de guitarra), Ramoncin y su WC? y mucho “submundo” poco conocido popularmente, pero grandes “empresarios del lumpen”… el Tito, el Placi (instigador del motín del penal de Ocaña), el Lolo,…En fin, “lo más granado del momento”… pero, esa es otra historia…
La verdad es que aquellas reuniones en el “bajo de los Burning” traspasaron fronteras… parece increíble que algo tan “cotidiano” como aquello haya tenido tanta trascendencia… ya que, para los que estaban/estábamos en el ajo, aquello era de lo más “habitual”.
Visto todo ello con la perspectiva que da el paso del tiempo, la cosa da un POCO-MUCHO de vértigo… Es un milagro divino que algunos hayamos escapado sin demasiada mácula “Tiempos pasados que no volverán…” (afortunadaménte que dirían otros…)

LOS FESTIVALES

A finales de los 70 y como consecuencia del éxito de los grandes festivales norteamericanos e ingleses se empezaron a montar en España pequeños festivales primero y otros más grandes después.
Uno de los más sonados fue el Calella Camping Rock, un festival al estilo de los de la Isla de Wight o Woodstock. El montaje era, para la época, realmente espectacular y habían organizado un camping en una loma cercana donde la mayoría de los grupos nos instalamos. La representación madrileña fue muy numerosa, yo creo que fuimos la práctica totalidad de los grupos rockeros madrileños de por entonces que compartimos escenario con la mayoría de los catalanes (Iceberg, Tribu, etc.), alguno de Santander (Bloque), de Sevilla (Triana) etc. Hubo muchos grupos que sin estar anunciados se engancharon a última hora y actuaron sin más, de tal manera que aquello empezaba a las 11:00 AM y acababa al día siguiente a las 09:00 de la mañana durante los tres días que duró el invento.
Fue tal la cantidad de grupos que fue de Madrid, anunciados y no anunciados, que no tengo la total seguridad de que alguno de los que me parece recordar estuviera en el festival o no, entre otras cosas porque, al igual que en todos los festivales de la época SE FUMABAN LOS CANUTOS POR ARROBAS…Asfalto, Paracelso, Dolores con Pedro Ruy Blas, Manzanita, Burning, Vade Retro, Coz, Ñu, y unos cuantos más que se apuntaron al asunto a última hora, aunque no estaban anunciados…Recuérdese que en aquellos eventos el desmadre era la tónica general.
Tengo una memoria algo velada de aquello… por el efecto de los abundantes canutos, sin duda, unos días más tarde mis hermanos me pasaron un artículo que había publicado El País, hablando bastante bien de la cosa…Yo, sinceramente, lo viví como en un globo… eran tiempos de Rock y Amor…

Lo que si recuerdo es que unos meses más tarde, quizás un año, se celebró en la Universidad de Somosaguas de Madrid, otro importante festival donde se mezcló a grupos que un par de años después pasarían a formar parte de “La Movida” junto con otros de muy diversas tendencias. Así pues estuvieron Burning, Tequila, Moris, Aquelarre, Ramoncin y WC?, Kaka de Luxe (Con Berlanga y Cia.) Vade Retro, Asfalto, Coz, Ñu, Los Gatos (no oficiales ya que estaba Pappo y Fogliatta que hicieron una usurpación de nombre a Litto Nebbia y se vinieron a España una temporada) Herminio Molero que empezaba con los “sintes” a pergeñar lo que serían algo más tarde Radio Futura, y algunos más que no recuerdo. Fue un festival de lo más interesante y de mucho nivel, bien es verdad que los de “La Movida” incipiente tuvieron que salir por pies, el público que era mayoritariamente rockero les tiró de todo… Los Burning, sin embargo, triunfaron por todo lo alto, Johnny no paró de hacer relaciones y negocios (como siempre) durante todo el festival, mientras Toño y Pepe se dejaron el resto en el escenario. Eran, sin duda los líderes indiscutibles de la banda. Tenían un “aroma a grupo de barrio” que les hacía sonar “diferente” y sin embargo cercanos. Eran lo que se veía y lo que se veía, a mí y a la gran mayoría del personal, nos pareció de primera. Recuerdo que tocaron una canción que estaba inspirada en “el abuela”, uno de los “camellos” de la zona de la Elipa en la que hablaban del trapiche y del submundo del barrio. Un temazo que más tarde grabaron con otro nombre… estas cosas ya se sabe, cuanto más discretas mejor…
Realmente toda aquella “aventura” fue como un desahogo, una locura colectiva muy agradable, luego tuvo sus consecuencias no tan positivas, pero el tiempo que duró fue espectacular, una gozada quizás irrepetible…

TANATORIO
El tanatorio, o como quiera que se llamase aquello, era un pasillo largo y totalmente blanco, de esos en los que se respira… falta de energía. Estábamos en mayo y sin embargo, allí dentro, se notaba frío, ese tipo de frialdad que no es sólo del aire acondicionado que evita la putrefacción, se detectaba como “la huella de la ausencia”. Había una serie de habitáculos a ambos lados que ejercían de velatorios con los nombres de los “ocupantes” y en una de ellos, en el que ponía José Casas Toledo, encontramos en total soledad el cuerpo exánime de Pepe Risi.
La noticia le llegó a Nino por medio de Rafa, un amigo común de La Elipa y, aunque todos lo intuíamos por el evidente deterioro que el SIDA, o la neumonía causada por éste, estaba provocándole, el suceso nos cayó como un jarro de agua fría.
Así que, los tres, nos dirigimos por Doctor Esquerdo al Hospital Gregorio Marañon, donde le habían trasladado… Serían alrededor de las 7 o quizás las 8 de la tarde, estaba en una habitación relativamente grande y le habían maquillado la cara que parecía como consumida… recuerdo que a Nino le dio un segundo escalofrío (el primero nos había dado a todos nada más entrar), era normal, nos venía contando de camino que había estado jugando con Pepe la que tal vez fuera su última partida de billar junto a un par de “cubatas”, insistiendo en que Risi nunca había sido un yonki al uso y que, a pesar de ponerse hasta el culo, nunca olvidó su papel y su esencia de guitarrista. Es verdad, todos sabíamos que Pepe se “ponía” pero que no andaba trapicheando de mala manera… Sus padres ya habían fallecido y aunque las hermanas vivían, se sabía que tenían una relación bastante lejana. Con Maribel se llevaba algo mejor, quizás porque siempre cantó muy bien en plan soprano o tal vez por el look motero que gastaba…
Estuvimos en aquella gélida habitación unos 15 minutos, no había nadie cuando llegamos, nadie pasó por allí mientras permanecimos, ninguno pronunciamos palabra alguna, y cuando decidimos marcharnos, simplemente nos fuimos. Sin más…
Creo adivinar que en la mente de todos se nos quedó fijada la imagen de aquella situación, aquella “fotografía” que aún permanece a pesar del tiempo.

VIDA Y MILAGROS DE ANTONIO “EL RUSO”
Hablar uno de sí mismo siempre me ha producido cierto embarazo, sobre todo por que nunca sé por dónde empezar. En este caso, y sin que sirva de precedente, empezaré por el principio… 

Desde cuando recuerdo, siempre se me dio bien eso de tocar la guitarra, mi tío Juan, que era el músico de la familia, nos cogía a los hermanos y nos enseñaba a solfear y a tocar unas guitarras de esas de clavijeros de palo, éramos muy pequeños, yo tendría siete u ocho años, e imagino que no lo debía hacer mal por que mi tío me enseñaba de forma diferente, me hacía tocar cosas más difíciles… Pienso que no hay mucho mérito en esto, cada cual, sin explicación aparente, nace con un don, que lo desarrolles o no ya es otra cuestión… 
La primera canción “decente” que aprendí fue el “All You Need is Love” de The Beatles, acababan de salir por la TV en una “cosa” que llamaron Mundovisión y mi amigo Jóse me la enseñó. A partir de ahí formamos un “conjunto” que lo llamamos Los Grillos. No duró mucho. El caso es que andábamos escasos de dinero y no tuvimos más remedio que ejercer de mercenarios por primera vez (que no la última). Había un par de tipos de la zona de Vallecas-Entrevías que tenían dos amplificadores y alguna guitarra eléctrica (marca Jomadi me parece recordar) de “dudosa procedencia”, al igual que una moto que había que frenarla con los pies… El caso es que lo ponían todo a nuestra disposición a cambio de que les enseñáramos a tocar y formáramos un grupo con ellos. Así lo hicimos, al grupo lo llamamos Volumen y fue el origen de aquel otro del mismo nombre que grabó con discos Chapa un LP con otra formación diferente. 


No duré mucho tampoco en esta formación, aparecieron por el local de ensayo (que era el salón de los padres de Ino, el bajista) unos tipos del barrio de Pacífico y me ofrecieron unas cuantas actuaciones que me permitieron comprar mi primera guitarra decente: una Fender Jaguar de, al menos, 8ª mano que dormía en mi cama, me acompañaba al WC y que fue la causa de que me abandonara mi primera novia. El grupo se llamaba Kaleidoscopes y rápidamente se transformó en otro llamado Tabaco con el que conseguimos un contrato para tocar en un Trasatlántico que hacía viaje a Inglaterra, volvía a Canarias y atravesaba el Atlántico hacia el Caribe donde se transformaba en “crucero de placer” durante una semana para dar una vuelta por Puerto Rico, Jamaica, las Islas Vírgenes, la costa Venezolana, Trinidad, Curaçao, etc. tocábamos todas las noches en la discoteca del barco y el resto del día lo dedicábamos a aprender a tocar “boleros”, ya que al capitán (dueño y señor del buque) le encantaban y nosotros a lo más parecido a un bolero que teníamos en el repertorio era el “Samba pa Ti” de Santana. Tenía yo unos 17 años, puede que 18, lo recuerdo por que tuve que pedir permiso a mi padre para poder trabajar, la mayoría de edad por aquel entonces era a los 21. 

 Fue a la vuelta de América cuando, con el propósito de ampliar horizontes, puse un anuncio en el tablón de la tienda de música Leturiaga, me llamó Arturo Terriza, el batería, y formamos otro “invento” con el nombre de Madera, esta es la banda que entró al completo con el Max B Show. Por esta época ya había madurado bastante como músico, lo suficiente como para atreverme a grabar timidamente para terceros como músico de estudio y esas cosas. Tras cinco o seis años dando vueltas con el Max B Show y después de cumplir la puta mili (que retrasé todo lo que pude hasta que la policía fue a buscarme a casa con amenaza de acusarme de prófugo) formamos otro grupo, Vade Retro, era un grupo bastante abierto, es decir que también acompañábamos y grabábamos para quien nos lo pidiera, pero bien es verdad que no fue hasta la disolución del grupo, y después de un par de aventuras más, que empecé a acompañar a cantantes de manera más profesional. Hubo momentos en los que tocaba con tres o cuatro a la vez. Así que tengo en mi haber una buena colección de “cantantes del momento” con los que se ganaba bastante dinero aunque el “repertorio” no fuera de lo más aceptable… En fin, trabajo es trabajo… Así pues estuve con Jeanette, José Velez, Luis Pastor, Juan Pardo, Tijeritas, Georgie Dan, Los Chorbos (Manzanita),etc. etc. hacíamos grabaciones en los desaparecidos Estudios Kirios para Los Pecos, Iván, Miguel, música para campañas electorales y promocionales (UCD, SONY, etc.). 



Hacíamos muchísima TV (300 Millones, Aplauso, Estudio Abierto…), también pasé una buena temporada como músico de estudio para Record 83, grabábamos para todo el mundo incluido los más cutres del panorama: Leonardo Dantés, Toni Genil (el cantante de rodillas), Tamara (después Yurena) etc. etc. recuerdo haberme grabado todas las guitarras de un LP en un día…varias veces, para varios LPs... 


Aquello era una locura poco asimilable, así que después de una parada estratégica para poner en marcha otros negocios, y aprovechando que Juan Marquez (el de Coz, los de Las chicas son guerreras) venía de Miami de ejercer de “Gran Jefe” de la SONY para Sudamérica, y que tenía ganas de marcha, formamos un grupo junto a Arturo Marugán y Nino Lardi que lo llamamos Johnny y Los B. Goodies, con el que estuvimos de grupo oficial en el Segundo Jazz de Madrid durante un par de años, luego Marquez y yo abandonamos la cosa aunque el resto de la banda, con Javi Polo y Juan Manuel, siguieron y siguen trabajando allí todos los Jueves durante ya diecisiete años… Juan reactivo sus Coz, con los que toqué una temporada, y yo me dediqué a poner en marcha mi estudio de grabación RUSOUND con el que actualmente sigo funcionando… 

En fin…me temo que esta “historia” empieza a hacerse demasiado larga, sugiero que si alguien quisiera tener más detalles, hay un par de biografías autorizadas pululando por la red, una en Wikipedia (Antonio “El Ruso”) y otra está en la página oficial de Coz, biografía que Juan Marquez tiene el detalle de mantener. Actualmente, aparte del trabajo de grabación, sigo tocando en directo y divirtiéndome con unos y con otros, pese a que ya he dejado de hacer las agotadoras giras de otros tiempos. Cada momento tiene su actividad…Aunque la vida y el espectáculo siempre siguen adelante… 

Antonio ¿y lo del apodo "el ruso"?
¡No se te pasa ni media! En fin... ya que es un secreto a voces te lo voy a contar. Habíamos alquilado una casa cerca de Cuatro Caminos Nino Lardi (alias Bernardino El Divino) y yo. El había cogido la habitación que daba al Sur y yo me había pillado la que daba al Norte donde me pasaba las horas muertas estudiando el entonces método de guitarra de moda del Berkley College of Music, de tal manera que cuando El Nino se mosqueaba, después de seis o siete horas sin salir de mi habitación, se acercaba a hacerme una visita con algo para comer y algún canuto, solía encontrarme en camiseta en pleno invierno haciendo los ejercicios que, créeme, me hacían sudar. En este momento tengo que explicar que mi amigo Nino es un friolero nato que nunca fue más feliz que cuando le contrataron para tocar en las Canarias... pero retornemos... Decía que El Nino venía de "visita" a mi habitación y al abrir la puerta le daba en todo el morro una bofetada del frío típico de las habitaciones que están orientadas al Norte y que le hacía exclamar siempre la misma frase: "Coño Antonio, no se como puedes aguantar este frío, pareces ruso"... este es el origen del mote... ya, cada vez que venía algún colega a casa El Nino (que es culo de mal asiento) solía decir "vamos a la habitación de "el Ruso", de tal manera que en el periodo de un año, más o menos, nadie del "mundillo" me llamaba Antonio, todo quisqui me llamaba el Ruso, así que lo registré para que cuando alguien tocara algo mío y no sabía bien mi nombre real pudiera poner que el autor o el músico era El Ruso...Es lo que hay, lamento que no tenga nada que ver con haber luchado con la Brigadas Internacionales ni nada parecido... Me temo que la verdad es a veces mucho más simple y banal que las leyendas urbanas...

Friday, December 11, 2015

Monday, December 07, 2015

Programas en Sateli3

Charlie Fáber nos invitó a hacer unos programas en el mes de octubre de 2015 y Antonio Campoamor y yo aceptamos el envite encantados. De todo aquello salió esto.
¡Muchas gracias, Charlie!

Rolling Stones, negro e inédito (Vol. 1)

Rolling Stones, negro e inédito (Vol. 2)

Rolling Stones, negro e inédito (Vol. 3)

Rolling Stones, negro e inédito (Vol. 4)

Mr. Blue

Tuesday, December 01, 2015

Deep in the heart of Texas (XXVII): Torero, torero... ¡olé!

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1d1ysPq9Zj7H3wle3B-7VbgXJhM2iRyFjIJhmp8kmb0TvqO3OLaKI-cvysH2nyMlxHY8Bguvo0X8GTE5RG5VP31I-Yb2mqhL9Bd656OVZXm_Wk-3Y4spAmbbX7WSb5SgFsh9Q/s1600/1a1txr2g_zps03c9e3a6.jpgEl primer matador de toros estadounidense nació en Ysleta, Texas, en 1884. James Harper Gillett era hijo de ranchero y vivió en el estado de la estrella solitaria hasta el divorcio de sus padres en 1889.  Su madre se volvió a casar y los tres se fueron a vivir a Guadalajara, Méjico, en 1895. Allí James cambió de nombre y pasó a ser Harper Baylor Lee. En sus años de instituto conoció a un matador español jubilado, Francisco Gómez, El Chiclanero, y se hicieron muy amigos. 
El Gringo Harper, como era conocido en la ciudad de Guadalajara, era ya de adolescente una figura en el mundillo de los aficionados a los toros. Era frecuente que los ganaderos lo invitasen a capeas para poder observar la bravura y nobleza de los novillos que criaban. Bajo el tutelaje de El Chiclanero, Harper abandonó su trabajo en la construcción de ferrocarril y se decidió por el mundo de los toros. 
En los cuatro años en los que trabajó para el ferrocarril era frecuente que pidiese días libres para ir a torear en corridas de pueblos pequeños. Fue así adquiriendo una experiencia que junto a su don natural para el toreo hicieron que debutase como novillero en la plaza de toros de Guadalajara el 28 de julio de 1908 y que poco después se convirtiese en el primer estadounidense en lograr ser matador de toros: el Gringo Harper tomó la alternativa el 20 de febrero de 1910 en la plaza de toros de Monterrey. El público mejicano tenía problemas para decir su nombre así que lo adaptaron al español y empezaron a referirse a él como "Opper Li”. 
Participó en cincuenta y dos corridas en veinticuatro ciudades de Méjico y mató cien toros. A pesar de tener dos cogidas serias no fueron los toros sino la revolución mejicana la que acabó con su carrera. Se cortó la coleta el 3 de diciembre de 1911 y tuvo que marcharse apresuradamente de Méjico y regresar a su Texas natal. Allí se reencontró con su padre tras veinticuatro años sin haberse visto y en 1915 se casó con Roxa Dunbar a quien, cosas del destino, había conocido antes de una corrida en San Luis Potosí. Una vez fallecidos su madre y su padrastro volvió a cambiar de nombre y pasó a llamarse Harper Baylor Gillett. Junto con su esposa compró y dirigió una granja avícola a las afueras de San Antonio que les dio pingües beneficios. 
Tras una penosa y larga lucha contra el cáncer el matador tejano murió en la ciudad de las misiones en 1941. 
Mr. Blue