Tuesday, November 03, 2015

Deep in the Heart of Texas (XXIV): La Capilla Bizantina

El 4 de marzo de 2012 fue el último día en el que los houstonianos de nacimiento y/o adopción pudimos ver los frescos de la capilla bizantina, una exposición que llevaba abierta al público desde 1997. Hay una historia un tanto rocambolesca detrás del motivo por el que unos frescos europeos originales del siglo XII o XIII terminasen exhibiéndose en Houston. 
Dominique de Menil tuvo acceso en 1983 a unas fotos en las que se mostraban dos extraordinarios frescos bizantinos (supuestamente de origen turco) que estaban cortados en 38 pedazos y que un particular vendía en Alemania. 
La señora Menil se desplazó de inmediato hasta Munich con tres de sus personas de confianza para encontrarse con un escenario digno de película de cine negro: un “tratante” que decía trabajar para un coleccionista de arte tenía los trozos amontonados en un trastero inmundo y mientras daba unas explicaciones muy torpes sobre lo que allí había se los iba mostrando ayudándose con la luz de una vela. Los encargados del saqueo habían hecho un trabajo muy sucio; los frescos se habían dañado mucho durante su corte y traslado, y por la humedad y la manera en que estaban almacenados urgía econtrar una solución para no perderlos.
A su regreso a los EE.UU. comenzaron las investigaciones. La Sra. Menil pidió consejo a Herbert Brownell, antiguo Fiscal General de EE.UU., para intentar encontrar el origen de los frescos. Éste les recomendó que redactasen y enviaran una carta en la que se incluyesen también copias de las fotos que había proporcionado el vendedor. La cartas fueron enviadas a conocidos del fiscal que residían en países de los que se pensaba que pudiesen provenir los frescos: Bulgaria, Chipre, Grecia, Israel, Líbano, Rumanía, Siria, Turquía y Yugoslavia. Fue el gobierno chipriota el que mostró pruebas inequívocas de que los frescos pertenecían a una pequeña capilla situada en el pueblo de Lysi, sito en la parte turca de la isla. En concreto provenían de la capilla del Sagrado Beato Themanianos  que había sido saqueada y, tras el asalto, declarada en estado de ruina. De esta forma se averiguó también que los frescos pertenecían legalmente a la Iglesia Ortodoxa de Chipre.  

La Fundación Menil se comprometió con el Santo Arzobispado de Chipre a negociar la compra de los frescos con fondos de la propia fundación, y el trato se cerró en 1984. Pagando un precio por ambas operaciones que superó el millón de dólares, los frescos fueron trasladados inmediatamente a Londres para un exhaustivo proceso de restauración.
A cambio, como parte del acuerdo, la Fundación Menil se aseguró poder mostrar los frescos bajo “préstamo” y se comprometió a construir un espacio para exhibir la obra de manera gratuita. En 1997 se inauguró la capilla donde se mostraría durante los siguientes quince años. 
Una agradable mañana del mes de marzo de 2012 un pelgar residente en Houston se enteró, holgazaneando por la zona, de que los frescos habían regresado a Chipre.
Cuando uno entraba en la capilla bizantina sentía una mezcla de sosiego y sorpresa tan agradable como difícil de explicar. El edificio que los albergaba no es especialmente atractivo a la vista pero se convertía en un oasis de frescor y silencio después de un paseo por el lugar en cualquiera de esos días de calor infernal  tejano.
La pérdida dejó a Houston huérfana de un claro ejemplo de esa cultura prestada y anacrónica que está presente en muchas ciudades de EE.UU. 
Si se pregunta qué ha sido de los frescos debe usted saber que no han regresado a Lysi sino que se encuentran en el Museo Bizantino de Nicosia.
Mr. Blue

1 comment:

anthy said...

Qué grande es Ud. Gracias por acercarnos un poquito de cultura, tan escasa hoy en día como necesaria....