Tuesday, April 17, 2018

Jorge I El Benefactor


Desde su humilde atalaya y mismo rincón, teniendo a sus pies un reino de quimeras, frente a su sátira de exquisita educación, chispeante de ensueño y en ocasiones dudoso gusto, Jorge I El Benefactor era un rey republicano. Un San Manuel Bueno mártir de la realeza europea, un algo incomprensible que le hacía vestirse con harapos, mezclarse con la chusma y comer en las calles pastelillos de a cuarto o entresijos cocinados con especias de oriente para confundir su dudosa frescura, despreciando los más ricos manjares de su mesa real.
Jorge I El Benefactor podía ser el más déspota e insensible de los jefes de las casas reales: no dudaba en decirle al manco que no podía escribir, al ciego que nunca había visto nada o al mudo que nunca pudo cantar ninguna opereta... Casi todos sabían que era ironía, pero muchos otros no lo interpretaban así, y en cierto modo no les faltaba razón.
Sin embargo, lo que no sabían era el gran corazón que Jorge I El Benefactor tenía. Daba asilo y dádivas a quien realmente las necesitaba. Incluso curaba los males de espíritu emparejando a quienes pensaba que harían una media en su balanza de lógica patafísica, a veces con acierto, las más sin él, pero la intención era siempre la mejor.
Lo que más desconcertaba a los consejeros de palacio era que Jorge I El Benefactor tenía una tendencia enfermiza a emborrachar hasta el desmayo al bufón de la corte para después vestir sus ropas y hacerse pasar por él. Su majestad era versado en tocar el laúd, tenía ingenio y cantaba y contaba chascarrillos, incluso hacía de payaso y daba cabriolas...
Jorge I El Benefactor había tenido su reina pero su tendencia natural a la distracción hizo que ella volviera a su país y el monarca se dedicara a solazarse e intentar olvidarse de ella saliendo de caza y leyendo libros sobre pensamiento universal, aquellos a los que sus súbditos culpaban de su cierta insania.
Jorge I, El Benefactor era un rey sin trono, principalmente porque no lo quería. Pero no importaba, sus súbditos lo aceptaban como era e incluso muchos lo amaban. 
Mr. Blue

No comments: