Friday, June 15, 2007

"¡Hostia... Me ha tocado!"

La vida es una tómbola, qué frase tan manida… uno compra boletos de esperanza, juega al siete de espadas, al as de oros, otros a la sota de bastos y algunos al rey de copas.
Luz y color, las bombillas destellantes de la tómbola te llaman, la música verbenera te anima, el tipo del micrófono da su mejor discurso para que la gente se sienta atraída y compre los números: “Tómbola Linares, tómbola Linares, siempre toca algo en la tómbola Linares…”
Todo te gusta, la bicicleta, el jamón, el cuchillo de caza “Made In China”, la botella de sidra el Gaitero, la gorra de marinero, el equipo de música marca Sonya… todos buscamos y encontramos lo que necesitamos, pero el juicio final siempre lo preside el honorable juez Sr. Azar. Gira la ruleta, una mano inocente saca una carta, rompe un sobre o una luz se para en un número, sus sentencias son inapelables, el Magistrado es además el presidente del Consejo General del Poder Judicial, por debajo quedan jurisdicciones de Ley Divina, o Tribunal Supremo, el Tribunal Superior de Malafortuna, la Audiencia Provincial del Lamento, los Juzgados de Instrucción de la Avaricia o los de Primera Instancia del Deseo.
Juegas a tu número, nunca toca, compras otro, te empeñas en el corazón de oro y porcelana fina pero te toca la botella miniatura de anís del Mono; compras otro número, a alguien cercano le toca la bicicleta, el tipo se la va llevando mientras le dice a su mujer con una alegría inmensa: “¡Joder, qué suerte! La ilusión que le va a hacer al Borjita.” Y su mujer va pensando: “A ver qué hacemos ahora con esto, se me jodió el baile esta noche…"
Una más, juego sólo un número mas, necesito ese corazón de oro”, uno se empeña y gira la ruleta, una mano inocente saca una carta, rompe un sobre o una luz se para en un número...
“¡El as de espadas!” grita el chico de la tómbola, compruebas tu carta y es el dos de oros, “¡Mierda!”. Lo mejor llega cuando, después de la decepción inicial, tu compañero de verbena se da cuenta de que tiene el as de espadas: “¡Ostia… me ha tocado!” y después mira la tuya y te dice que tú también tienes premio, el dos de oros. “Te ha tocado algo a ti también, joder” y compruebas que has ganado el tercer premio, una botella de güisqui, entonces piensas: “Dios, no…” y allí estas con tu DYC en la mano y tu compañero de verbena con el corazón de oro en la palma de la suya, él, que no quería jugar, y entonces te viene a la mente la sorna de un gallego que te dice riendo: “Ben, home; nunca choveu, que no escampara…” y en ese momento te quieres morir; pero además te das cuenta de que tenías una carta que había sacado el primer premio justo cuando estabas distraído mirando a alguien disparar balines en la caseta de tiro al blanco, y entonces te quieres morir más. La vida es una tómbola...
Fortunato Gracia

No comments: